martes, 28 de septiembre de 2010

CONFLICTOS AMBIENTALES (RM)

Crecimiento urbano - Deterioro barrial - Medio ambiente - Vivienda - Daños terremoto

En los últimos años en Chile hemos sido testigos del aumento de organizaciones y movilizaciones sociales que han comenzado a inquietar la pasividad característica de hace algunos años atrás. El caso de la termoeléctrica Barrancones o el mall Martín de Zamora demuestra cómo la ciudadanía se ha ido empoderando y ganando cada vez más cuotas de participación en torno a decisiones que competen y afectan directamente su calidad de vida.

Este fenómeno tiene una expresión particular en el ámbito urbano, asociado a conflictos que emergen producto del crecimiento de nuestras ciudades y la falta de planificación o regulación que muchas veces acompaña a estos procesos. En torno a esto, la corporación SUR reseño 69 casos de conflictos urbanos importantes que se han vivido al interior de la Región Metropolitana. Muchos de estos se han resuelto o extinguido, pero aún quedan varios que prometen polémica y nuevas movilizaciones.

Para Sur los conflictos urbanos deben ser entendidos como acciones colectivas que manifiestan públicamente problemas y tensiones subyacentes al modelo vigente de producción de ciudad. Son luchas que no sólo se dan en el espacio urbano, sino que este mismo se convierte en el centro mismo de la disputa.

En Santiago, por ejemplo, los grandes proyectos urbanísticos o el deterioro de los espacios públicos, y sobre todo aquellos relacionados con el cambio en el uso de suelo son los que generan mayor conflicto entre los vecinos. Quienes viven en barrios constituidos normalmente por casas, no quieren grandes edificios residenciales ni comerciales cerca de sus puertas o atochamientos.

En este sentido, junto a los conflictos relativos a la demanda por vivienda, que tradicionalmente correspondían con el debate sobre la cuestión urbana en el siglo XX, en los últimos años han ido emergiendo nuevos tipos de conflictos y movimientos, que variando en sus contenidos temáticos, formas y estrategias de acción, han ido modificando el curso del proceso urbano e incidiendo sobre el destino del territorio.

La corporación clasificó los conflictos urbanos en; acceso a la vivienda, consecuencias del crecimiento urbano, medioambiente y deterioro de espacios públicos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Entrega del dia martes 24, esto es la preparacion del diagnostico !

Desde oriente Hacia el poniente observo la escases de las areas verdes, y perdida del espacio comun (espacio publico).
Por ello cuando pienso en un circuito, si bien se tiene accesibilidad visual, el transito, desde renca a el cerro santa lucia, la fragmentacion de los parques publicos entrega una oportunidad para generar el circuito.

Y desde el cerro manquehue observo, un descuido al principal recurso hidrico de la cuenca visual, es por ello que la recuperacion de este espacio publico, sera un aporte al paisaje.

sumando las ideas ideas mencionadas anteriormente
se genera el objetivo general del proyecto de titulo !

ahora vamos a seguir el despliego, del capitulo paisaje !

domingo, 12 de septiembre de 2010

Punto de observacion

El analisis de paisaje, es el metodo que se cuenta para objetivizar, la estetica que presenta el territorio.
Para ello se fijan puntos de observacion, los cuales, se grafican, con rayos visuales.
Estos rayos generan una cuenca la cual, determina como esta compuesto el paisaje.
Este mosaico (escena) esta constituido por unidades de paisaje, las cuales presentan calidades de paisaje.

Es asi como esta herramienta de evaluacion, me entregara el territorio a intervenir, cuestion que tengo como objetivo, rehabilitar una zona para entregar el sentido de circuito para observar la ciudad.

Comienzo el analisis de paisaje, mañana cerro alvarado y calan !

Que hermosa caracteristica de bosque urbano, sostiene el cerro manquehue, este lugar presenta, las suficientes caracteristicas, para ser un santuario de la naturaleza. Tiene potencial para planificar un plan de manejo debido a el alto porcentaje de gente que lo visita.



Elemento que configuran un potencial, tanto cientifico como turistico, dada la cercania de la urbe

Panoramica san cristobal

a vectorizar la geomorfologia !

sábado, 11 de septiembre de 2010

A observar el Paisaje

Desde el cerro Santa lucia, hacia el norte.
Planta cerro renca, dia domingo !
Desde cerro manquehue, dia sabado 11 de septiembre



Primer plano cerro San Cristobal, Extencion visual de la cuenca de Santiago


Los invito a conocer e trabajo de http://www.ciudadviva.cl/

viernes, 3 de septiembre de 2010

Cerros Isla, Publicado por Andrea en Paisajismo, Sustentabilidad.

Los cerros isla son aquellos cerros que se encuentran aislados de otros por medio de una planicie, estos cerros son originados debido a la erosión del suelo ya sea por eventos tanto naturales como antrópicos en algunos casos.

La presencia de estos cerros en medio de una ciudad son considerados por los planos reguladores como áreas verdes pero muy pocos de estos cerros poseen una planificación adecuada para ello, quedando al olvido y dando paso a un espacio residual dentro de la trama urbana.

En la ciudad de Santiago existen ejemplos de cerros isla que han sido manejados como espacios de área verde tal como el Cerro Santa Lucia o Huelen el cual entre los años 1872 y 1874 fue transformado en un parque urbano por parte de Benjamín Vicuña Mackenna otorgándole vegetación, fuentes de agua, miradores, etc. Este cerro el cual rompe con la trama urbana otorga un gran parque público a una zona carente de ello.

Otro ejemplo de cerro isla es el Cerro Blanco el cual era un centro de reunión que ocupaban los pueblos indígenas, este cerro ha tenido un manejo totalmente distinto al que se le dio al Cerro Santa Lucia ya que conserva la vegetación correspondiente a la zona en la cual se encuentra, caracterizándose por matorrales espinosos y vegetación esclerófila, contrastando con la vegetación exótica que en su mayoría posee el Cerro Santa Lucia.

En la VIII región, dentro de la comuna de Concepción existen alrededor de 10 cerros isla dentro de su trama urbana, entre los cuales se destacan el Cerro Laguna Redonda y Amarillo los cuales poseen características de cerros ajardinados tal como el Cerro Santa Lucia en Santiago, el Cerro Caracol el cual cuenta con parches de vegetación nativa y que a sus pies se encuentra el Parque Ecuador donde se desarrollan actividades recreativas.

Estos cerros a pesar de no poseer un manejo adecuado de acuerdo a sus características se reconocen como espacios dentro de la ciudad, contrastando con el resto de los cerros isla que no posee un plan de manejo ni intenciones de ello ya que a pesar de estar protegidos por el plano regulador como zonas de protección ecológica y protección de paisaje son vistos como espacios residuales dentro de la trama urbana y son tratados como tales.

Texto enviado por Nataniel Montecinos
Gracias !

Puntos observacion, Imaginario.


Imagino mi futura salida a terreno,
imagino los angulos visuales
imagino las cuencas visuales

como determinar el circuito turistico para observar el paisaje urbano !

El estado del arte, conzpira e inspira,
una implosion de organos visuales que se retroalimentan
en una composicion unitiva de sedimentos arbolados, presentados en la memoria colectiva,

como


cerros islas, Region Metropolitana. 2010

viernes, 27 de agosto de 2010

Los cerros isla en la memoria colectiva de Santiago


Óscar Mackenney *

Karen Ulriksen **

* Director Escuela de Arquitectura, Universidad del Desarrollo, Santiago, Chile

** Profesora, Escuela de Arquitectura, Universidad del Desarrollo, Santiago, Chile



Resumen

El valle de Santiago se caracteriza por la entrada de la cordillera de los Andes a través de cerros isla que, junto con el río Mapocho, caracterizan al territorio. El crecimiento de la ciudad los ha incorporado de formas diversas: generando parques, urbanizándolos o tomándolos como terrenos disponibles al momento de expandir la vialidad.

Palabras clave: Urbanismo-Chile, cerros urbanos, cerros isla, expansión urbana, precordillera


Desde su descubrimiento hasta nuestros días, el compromiso y la complicidad existente entre el valle de Santiago y los cerros que lo demarcan en su margen oriente han sido su principal sello y su patrimonio geográfico.

Entre el testimonio escrito y gráfico de las primeras personas que advirtieron esta geografía inclinada hasta lo que nosotros, sus actuales habitantes, podemos observar, la relación cordillera–valle no ha dejado de existir pero sí ha cambiado; desde aquel primer día del descubrimiento hasta hoy, se fundó y expandió una enorme y extensa ciudad que seguirá creciendo.



Si observamos bien, entre la cordillera y el valle existe un territorio ondulado donde asoman los cerros islas, en que la pendiente aumenta considerablemente y el caminar se convierte en una dura tarea; una zona en que sí es posible mirar a Santiago desde adentro y en su total magnitud para reconocer sus partes e intuir sus límites. Es una franja intermedia donde los desplazamientos son resueltos por el auto y la construcción de las casas se traduce en un problema de contención del terreno.

Estos cerros no son muy altos y apenas superan los 80 m desde su base, lo suficiente como para obtener desde sus cimas y laderas una imagen similar a la que debieron tener los primeros españoles sobre el cerro Santa Lucía.

Nuestra ciudad está creciendo sobre ellos, cubriéndolos y borrándolos de nuestro paisaje, alterando sin darnos cuenta la imagen geográfica de este gran lugar.

MESETAS Y CERROS PRECORDILLERANOS: UN CONFLICTO CON LA CIUDAD / Los mecanismos de uso de suelo en el sector nor-oriente de Santiago no han sido capaces de adaptarse a una nueva realidad. Al aproximarnos a las fronteras geográficas y alcanzar aquellos cerros que se constituyen en el preámbulo de la cordillera —Manquehue, Alvarado, Dieciocho, Apoquindo, Calán y Del Medio, entre otros— inmediatamente nos damos cuenta de que nunca un cerro es igual a otro. Todos ellos poseen características propias originadas por diferencias en sus dimensiones, pendientes, orientación, vegetación, erosión, cantidad de construcciones e intervenciones urbanas.

Sin embargo, hoy la planificación de la ciudad los está aislando sistemáticamente, tratándolos, por una parte, como accidentes indiferenciados y entregándolos, por otra, de manera paulatina a los privados. Ambas acciones —que demuestran un enorme descuido y desconocimiento general— están arrasando con los cerros anteriormente citados. Basta ver lo ocurrido en las comunas de Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura. Los pie de monte han sido parcelados y loteados con infinitos criterios, desde terrenos de más de 1.000 m2 (Santa María de Manquehue) hasta de 200 m2 (San Carlos, cerro Dieciocho), situación que asombra al confrontarlos con los primeros lotes del barrio Los Dominicos que fueron de 5.000 m2. Todas estas operaciones tienen un aspecto en común: no incorporan espacios públicos de magnitud suficiente ni resuelven el tema de cómo se construye en los cerros y mesetas.

Las actuales intervenciones —medidas paliativas en realidad— son acciones dirigidas exclusivamente al automóvil que deterioran la vida urbana; atentan contra el espacio público y, lo más importante, nos conducen hacia el desmantelamiento de la naturaleza original de los cerros y su consecuente pérdida como lugares de interés ciudadano.

Es un hecho concreto y evidente que la actual normativa se torna impracticable en pendientes fuertes.

LA MESETA DE SAN CARLOS DE APOQUINDO Y EL CERRO LOS PIQUES / La investigación(1) concentró su área de estudio en la comuna de Las Condes, específicamente en la meseta San Carlos de Apoquindo. Un primer análisis aerofotogramétrico permitió constatar con claridad los sucesivos cambios de la comuna.

En 1955 era posible apreciar un Santiago oriente rural, cuyas subdivisiones territoriales correspondían a extensos predios agrícolas; hacia 1982 ya era posible percibir la definitiva desaparición de esta condición rural y un considerable crecimiento urbano en la meseta de San Carlos. Para 1996, el ahora urbanizado territorio incrementa su densificación y, gracias al impulso proveniente desde el sector privado, expande de manera incontrolada sus límites reduciendo aceleradamente el espacio libre preexistente.

De los tres cerros que se sitúan en esta meseta, el cerro Calán ya se ha transformado en una isla inaccesible, cuya ladera poniente aún logra estar libre de la compra inmobiliaria. A poca distancia, el cerro Apoquindo está prácticamente invadido en su totalidad. A los pies de ellos se ubica una notable intervención conformada por el parque Los Dominicos donde se encuentra situada la parroquia San Vicente Ferrer. Por último, ubicado más hacia el norte, se encuentra el cerro Los Piques, objeto central del presente estudio.

Este último resalte geográfico —que sigue resistiendo a la gran presión inmobiliaria— posee un carácter de hito–cuña en la ciudad, pues muy cerca de su cima se encuentra enclavada una construcción que le entrega a todo el lugar un carácter marcadamente patrimonial: el convento Benedictino de la Santísima Trinidad. Sin embargo, su presencia desde la lejanía se ha ido perdiendo paulatinamente debido a diversas y sucesivas intervenciones. La primera de ellas transformó el entorno inmediato, que al ser loteado y construido simplemente desapareció del ámbito público, impidiendo con ello poder tomar distancia para observar al cerro. Hoy sólo es posible observarlo desde su borde inmediato. Luego, las crecientes urbanizaciones realizadas en el sector de San Carlos de Apoquindo avanzaron y se encaramaron por sus laderas sur, oriente y poniente. El costado nororiente ya se ve amenazado por futuros proyectos inmobiliarios. Finalmente, en los últimos meses aparecieron pequeñas intervenciones en las vías conectoras Paul Harris y San Francisco de Asís las cuales, literalmente, han socavado sus bases.

Cuatro décadas después de la construcción del complejo Benedictino, el cerro Los Piques está siendo prensado. Y si no fuera por este elemento arquitectónico ubicado en el borde del peñón el cerro ya habría desaparecido. El riesgo es alto pues la eventual extinción de todo el conjunto tendría, como consecuencia directa, la inminente pérdida de su presencia urbana(2).

INTERVENCIONES VIALES EN EL PERÍMETRO DEL CERRO LOS PIQUES / La más reciente y apresurada de las intervenciones corresponde a los trabajos iniciados durante el mes de febrero de 2008 en la intersección de las calles Charles Hamilton y Camino San Francisco de Asís.

El parque Paseo Charles Hamilton —comprendido entre los tramos de las calles Campanario, Estoril y La Fuente— es un gran y sencillo aporte urbano: ¿era muy difícil intentar prolongar sus características para abrir el tramo entre Camino La Fuente y Camino San Antonio, directamente bajo el cerro Los Piques resolviendo de este modo la intersección con Francisco de Asís?

Aparentemente lo era, porque el perfil proyectado nos informa que existirán 4 pistas paralelas: nuevamente las estrategias proyectadas y variables utilizadas corresponden a las mismas operaciones aplicadas en los sectores planos de Santiago. Evidentemente habrá que intervenir el cerro y en el caso de ser los mismos asesores del camino La Pirámide, el resultado será predecible: deterioro y fealdad.

Deterioro, porque el primer paso será depredar el borde del cerro, hasta dejarlo desnudo. Ciertamente hay que solucionar las 4 vías vehiculares proyectadas y solucionar la salida o canalización de las aguas de la hermosa quebrada del cajón cordillerano, pero a costa de eliminar todo vestigio de vegetación, todas las especies. Fealdad, pues la calle San Francisco de Asís quedará convertida en una calle tendida de bruces sobre la quebrada. Se está resolviendo sólo una articulación vehicular, trasladando el problema un poco más arriba, con perfiles erráticos: se cierra, luego se abre, tiene bandejón, después no lo tiene.

El resultado se avizora complejo y los trabajos realizados reflejan el grado de improvisación al que se puede llegar. El nudo será apresuradamente resuelto sin incorporar ninguna característica del territorio natural: los nudos son eso, nudos. Lo temido se cumplirá bajo las peores circunstancias: es un enlace pobre donde se rellena y cubre artificialmente la quebrada; se recorta el cerro retirando metros cúbicos de piedra para, finalmente, estucarlo sin medir el impacto a corto, mediano y largo plazo. Una oportunidad desperdiciada.

Pronto se abrirá, con dos nuevas pistas, la Avenida Francisco Bulnes Correa que pasará directamente por la ladera sur oriente del cerro Los Piques: si no se actúa rápido, quedará como una calle más, similar a muchas otras. Una barrera que no incorpora al espacio público.

Actualmente la umbría del cerro, con árboles crecidos, es un aporte al barrio. Cómo no fijarse entonces en la calle Las Flores, proyectada con un perfil generoso y majestuoso hacia la cordillera, digno, con especies crecidas, con el agua incorporada. No se puede perder esta oportunidad. Buenas perspectivas con visión de futuro.

TRES ALERTAS Y UNA IDEA PARA EL DESTINO DE LOS LUGARES SIGNIFICATIVOS

AL ACECHO DE LA PENDIENTE / La pendiente promedio de Santiago manifiesta un gran incremento en ciertas áreas ubicadas al oriente de la ciudad. En ellas, a pesar de eso, se sigue proyectando como si de terrenos planos se tratara. Esta es una gravísima omisión pues no considera las nuevas fronteras geográficas: los cerros y mesetas de la precordillera.

De este modo, comunas como Peñalolén, La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Vitacura y Huechuraba hoy se encuentran de sorpresa con problemas de crecimiento en pendiente y ante la urgencia de solucionar la conectividad vial, se han visto presionadas a implementar soluciones pobres sin aportes en espacios públicos urbanos.

EL CONDICIONAMIENTO DE LOS PERFILES DE LAS CALLES: UNA REALIDAD TRASTOCADA / El estudio de los perfiles oficiales de las tres calles que circundan el cerro Los Piques no deja lugar a dudas: son vías para la circulación de automóviles, para terrenos planos. Es curioso que incluso cuando estas calles tienen que crecer de dos a cuatro vías, con plataformas o bandejones centrales, que deberían absorber la pendiente, se dibujen igualmente como perfiles planos.

También es duro y hasta dramático comprobar las siguientes situaciones:

Primero, nunca se cumple el perfil oficial. Segundo, existe un alto grado de improvisación en las soluciones parciales. Dichas vías tienen hasta ocho perfiles distintos en un largo entre dos a tres kilómetros, afectando a los peatones y a la fluidez de los automóviles. Tercero, al pasar junto a los cerros, las vías presentan el perfil más débil y estrecho, evidenciando con ello la ausencia de sentido común.

No está de más sugerir entonces la urgente revisión de los perfiles propuestos, con estudios y levantamientos exhaustivos y detallados pues la investigación realizada nos demostró que los actuales perfiles están obsoletos.

ESTADO CRÍTICO DEL CERRO Y LA MESETA / El cerro Los Piques es uno de los pocos que aún conserva su condición natural original debido, principalmente, a la presencia del Monasterio y también a un constante trabajo por preservar y aumentar las especies nativas que conformar la vegetación del lugar. Por más de cuarenta años no ha tenido calles por sus bordes y el acceso al mismo aún se realiza por senderos en curva que ascienden lentamente, acogiendo al peatón los domingos y permitiendo una procesión que oculta la cumbre y descubre las vistas lejanas. Aunque mínimo, el valor agregado del acto o rito de peregrinación en ascenso le otorga un carácter único de espacio público a la austera subida hacia el Monasterio. Sin embargo, en breve tendrá calles-borde que en total sumarán diez vías vehiculares de alta velocidad. Un cerro parque con tantas vías circundantes y un marcado carácter vehicular no soportaría tal presión.

EL DESTINO DE LOS LUGARES SIGNIFICATIVOS / La presión desmedida, en primera instancia por la densidad inmobiliaria, ha oprimido el perímetro exterior de todos los cerros islas de esta área. Lamentablemente, para el caso de Los Piques se visualiza un oscuro destino para la explanada oriente pues su historia y también la lógica nos indica que deberán aparecer protecciones y cierros opacos en todo el perímetro de los cerros islas, desaprovechando con ello, la cuidadosa protección que otorga naturalmente la geografía.

Si en el último terreno libre del cerro Los Piques, con su marcada vocación comunitaria y pública, no se propone por ejemplo un nuevo parque temático, quedará convertido simplemente en un saldo inmobiliario más.

Los cerros isla del pie de monte eran las últimas oportunidades urbanas de escala peatonal que le quedaban al margen oriente de Santiago. Las estrategias de las intervenciones viales implementadas a la fecha en este sector no han hecho más que beneficiar al automóvil y perjudicar al peatón, generando vías desplazadoras y desintegradoras; cerros modificados, marginados, aislados e inabordables.

De este modo, los territorios caminables sufren una nueva reducción en conjunto con la habitabilidad de los espacios urbanos. En este caso y en este lugar, las obras públicas no han sido para el público.

Santiago seguirá teniendo a la cordillera como su gran frontera geográfica al oriente, pero seguramente perderá a los cerros isla de la meseta precordillerana como aquellos valiosos lugares intermedios entre la urbe inclinada y la geografía vertical.



Notas

1. Artículo basado en la investigación de Oscar Mackenney y Karen Ulriksen, Cerros en extinción, Universidad del Desarrollo, 2002 - 2008.

2. Ver como antecedente estudio del Monasterio Benedictino, dirijido por Iván Poduje, con la participación de Juana Zunino y Rodrigo Pérez de Arce, bajo el alero de SEREX, Servicios Externos FADEU, PUC.

Referentes

AA.VV. ARQ Nº 43 El agua. Buenos Aires, Caracas, Santiago. Ediciones ARQ, Santiago, noviembre de 1999. [ Links ]

Gross, Patricio. El Monasterio Benedictino de Las Condes. Una obra de arquitectura patrimonial. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1988. [ Links ]

McHarg, Ian. Proyectar con la naturaleza. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2000. [ Links ]

Pérez, Fernando; Bannen, Pedro; Riesco, Hernán y Pilar Urrejola. Iglesias de la Modernidad en Chile, precedentes europeos y americanos. Ediciones ARQ, Santiago, 1997. [ Links ]

SEREMI. Plan Regulador Metropolitano de Santiago y Plan Regulador Comunal de Las Condes. Ilustre Municipalidad de Las Condes, Santiago, aprobado en 1994. [ Links ]




El Cerro San Cristóbal, más alla de un lugar común
Por UFT
PUBLICADO EN: Arquitectura del Paisaje, Universidades , parque, Universidad Finis Terrae
por Claudio Santander
Arquitecto, Profesor UFT.

Las motivaciones que nos conducen a plantearnos ciertos problemas pueden llegar en los momentos y lugares menos pensados.

Pertenezco a uno de los 5 millones de visitantes que al año recibe el Parque Metropolitano de Santiago, al que personalmente prefiero llamar Cerro San Cristobal, nombre por el cual lo conocí desde niño cuando lo visitaba con mi padre y nombre por el cual lo conoce la mayoría de los santiaguinos. Todos los sábado nos juntamos, junto a un grupo de runners a subir el cerro como parte de una rutina de entrenamiento, invierno y verano. Serpenteando por sus caminos, esquivando ciclistas que bajan furiosos por senderos y laderas y aspirando los tubos de escape de buses repletos de turistas que contemplan el paisaje como peces desde sus peceras, avanzamos paso a paso descubriendo una dimensión de la ciudad que pocas urbes del mundo tienen el lujo de ostentar.
Las constantes subidas se materializan en constantes preguntas.
Por qué tengo que caminar (o correr) por el mismo camino que lo hacen bicicletas y autos?
Por qué no puedo subir al cerro más que desde Pedro de Valdivia Norte o desde Pio Nono?
Por qué la parte sur del Cerro es tan verde y la norte tan árida?
Por qué no puedo tomar agua más que en el acceso al cerro?
Por qué tanta antena?
Por qué, por qué, por qué…

Historia

Hagamos rápidamente un poco de historia para tratar de encontrar respuestas y en lo posible proponer soluciones.


Foto tomada desde el sur poniente hacia el cerro hacia 1900. Se pueden apreciar las canteras que hasta nuestros días permanecen.
A mediados del siglo 19, el cerro San Cristobal era un accidente geográfico de la periferia de una ciudad que contaba con apenas unos 120.000 habitantes. Se trataba de un gran peñón pedregoso perteneciente a varios propietarios y usado como cantera (sus secuelas aun se pueden ver), desde donde se extraía material usado en varias obras de la ciudad, entre ellas el puente de Cal y Canto. Ya en 1857 surge, de parte de algunos políticos incipientes como Benjamín Vicuña Mackenna, la idea de transformar el cerro en un espacio público que no solo transformara la imagen de la ciudad, sino que fuera un aporte a la vida urbana que iba naciendo. No es casualidad que entre 1852 y 1856 Vicuña Mackenna en su autoexilio consecuencia de una pena de muerte que cargaba, visitara Estados Unidos e Inglaterra donde es posible (solo posible) que haya conocido el Bikenhead Park en Liverpool , obra de Joseph Paxton, autor entre otras obras del Cristal Palace, que es el primer parque público abierto, democrático y programático del mundo, que sirvió de parámetro para el más mediático de los parques del mundo, el Central Park en Nueva York materializado entre 1857 y 1873.



Plano promocional del Birkenhead Park en Livepool el primer parque público del mundo.

En 1900 se construyen las primeras obras en el cerro. El observatorio Manuel Foster y el Monumento a la Inmaculada Concepción, ambos en terrenos privados que aún mantienen su condición.

Entre 1916 y 1918 se materializa la expropiación de los terrenos por parte del gobierno con el objetivo de crear un gran parque público.

Las obras se sucedieron hasta 1966, año en que se funde la administración del Cerro San Cristobal y la del Zoológico, inaugurado en 1925, en una sola entidad, el Parque Metropolitano de Santiago, que posteriormente pasaría a depender del MINVU.

Desde su creación hasta nuestros días, el Cerro San Cristobal ha ido cambiando su condición urbana, pasando de ser un peñón en los extramuros de la cuidad a un cerro isla conurbado por una ciudad de más de 6 millones de habitantes, atravesado por una autopista y por un túnel, modificando drásticamente su condición y su función.

Datos y Preguntas

Algunos podrían pensar que el Cerro San Cristobal tiene problemas en el abastecimiento de agua, sin embargo posee a lo menos 15 estanques acumuladores destinados al riego, algunos de ellos tan grandes que pueden almacenar el equivalente a 7 piscinas Tupahue. El riego se hace principalmente por sistema gravitacional, produciendo un gran daño por la erosión que provoca su uso especialmente en su ladera norte, donde la pendiente es mayor.

Cuatro comunas son las rodean al cerro: Vitacura y Providencia por su ladera sur. Recoleta y Santiago, por la norte sin considerar a Huechuraba en su extensión por los Bosques de Santiago. Sin embargo la gran pregunta es por qué solo posee dos accesos realmente consolidados por Pio Nono y por Pedro de Valdivia.

El contacto entre la pendiente natural del cerro y el plano de Santiago, marca el límite político del Cerro San Cristobal hacia la ciudad y sus comunas aledañas. Sin embargo, hacia la comuna de Recoleta este límite se superpone con el que posee la propia comuna, generando un territorio con doble “propiedad” que fue tomado por un centenar de familias que hoy ya han regularizado sus propiedades y que han consolidado un sector habitacional en una de sus faldas.


En este plano es posible ver la superposición entre los límites definidos por la administración de Cerro San Cristobal y los definidos por la Municipalidad de Recoleta.
Una las aspiraciones originarias del cerro era transformarlo en un “pulmón verde” para Santiago, aspiración que hoy en día parece más urgente que nunca por los niveles de contaminación de nuestra ciudad. Según la CONAMA, Santiago emite 191.000 toneladas de CO2 al año, de los cuales solo el 4.2% son captados por las áreas verdes del Cerro San Cristobal liberando 2 toneladas de O2 al año, estando lejos de ser su principal proveedor. Esto parece ser contradictorio si consideramos que el agua de regadío no es un problema. Independiente a las tendencias extremas que hablan de forestar el cerro con especies introducidas o hacerlo con flora nativa, pasando por las intermedias, la verdad es que no existe una planificación aparente que pudiera enfrentar este problema.

La ladera norte del Cerro San Cristobal, posee una exposición al sol que lo hace propicio para la instalación de sistemas captadores de energía solar. Este sistema, en conjunto con el compostaje que podría generarse del propio tratamiento de los desechos orgánicos del cerro, podría producir la energía suficiente para cubrir su propio consumo y de esa manera acercarse al estándar sustentable al que todo el mundo pareciera hoy aspirar.


Conclusiones y Soluciones

Las aristas son múltiples y las conclusiones también.

El Parque Metropolitano no es tal. Su condición topográfica hace que de sus 7 hectáreas (el doble que el Central Park), solo una pequeña porción sea accesible al ser relativamente plana, incrementando la importancia que debe tener la conectividad entre ellos y por ende la existencia de nuevos senderos y caminos que dicho sea de paso deberían segregarse entre peatones, bicicletas y vehículos.

Si su aspiración es ser un “parque” (o lo es de las autoridades que lo administran), su accesibilidad debe ser democrática habilitando múltiples entradas desde todas sus laderas especialmente desde la norte, donde las características de la población de las comunas que la conforman, hacen que los espacios verdes sean un bien escaso con mucho costo de mantención, que el cerro podría suplir.

El Cerro San Cristobal no tiene un Plan Maestro que aborde un desarrollo paulatino y coherente. Desde su incipiente formación, la conformación del cerro se ha traducido en una serie de intervenciones puntuales que en su sumatoria han ido conformando el panorama que actualmente tiene, sin una directriz clara. Este podría haber sido el gran proyecto Bicentenario para Santiago. Puede ser aún una gran posibilidad para un concurso internacional de propuestas.

Sin embargo el mayor problema parece estar en la gestión. La administración de una entidad de este tamaño y complejidad no puede depender de un ministerio (el Minvu), que ya tiene problemas de sobra, sino más bien debe tener su propia administración. Bien lo sabe nuevamente el Central Park, que de una administración centralizada, paso a una especifica cuando se creó el Central Park Conservancy, entidad sin fines de lucro que tiene a cargo su desarrollo y mantención.

La nueva entidad administrativa del Cerro debería ser un articulador entre las necesidades actuales del cerro; las aspiraciones de sus ocupantes, de sus vecinos. Debería ser capaz de convocar a los mejores profesionales para elaborar una propuesta para la creación de un Plan Maestro de Desarrollo y Gestión. Debería tener la facultad de poder convocar a financiamiento privado para la ejecución de obras y la consolidación del mismo y por último tener un plan de mantención que le permita su perpetuación en el tiempo.

Son valorables las propuestas del “zócalo metropolitano” propuesto por Elemental, o la propuesta por SCL 2110 en que el cerro es una propuesta de un arquitecto del tamaño de Bernard Tchumi. Sin embargo el caso del Cerro supera lo puntual y lo artístico y se instala en la urgencia de solucionar un problema desde lo colectivo.

Finalmente debo decir que este estudio fue material de un taller realizado en la Universidad Finis Terrae y las imágenes que aparecen en este documento son algunos de sus resultados. Gracias a Hernan Alarcon; Janet Bacovich; José Fontecilla; Augusta Pastor; Daniela Quiroz; Claudia Sepulveda; Carla Valdivieso; Claudia Bas; Andrea Bronstein; Jorge Gallardo; Cecilia Lathrop; Fernando Marquez de la Plata; José Tomás Montt; Rosario Morere; Manuel Riesco; Humberto Sciaccaluga y Carlos Valdebenito y por cierto también a Cristina Felsenhardt que también desarrolló este tema en su taller de título.


Propuesta de conectividad de trasporte público (teleférico) entre el sector de Cerro Blanco y Pio Nono.(Bacovich, Montt, Pastor)

Vista fantasiosa del cerro en que se asemeja su condición geográfica a la de un lago conurbado, con sus mismo problemas. (Lathrop, Riesco, Sciaccaluga).

Ocupar las cumbres, los únicos lugares planos del Cerro, es lo que contienen esta propuesta, a la vez que conectarlos entre sí y crear un circuito de agua paralelo. (Quiroz, Sepulveda, Valdivieso)

Propuesta para la consolidación de las tomas de Recoleta. No se demuele ninguna casa, sino que se crea toda una urbanización de espacio público, consecuencia de sucesivas encuestas, para satisfacer a los vecinos y crear nuevos accesos al cerro.

martes, 24 de agosto de 2010

Aproximandome a un MAPA !

Carta Gantt de bolsillo, Impresa espera observaciones !

Reflexion en relacion a nuestra profesion !

El arquitecto del paisaje es

Un profesional del area del diseño, el cual evalua, observa y caracteriza el territorio.

La coordina la sumatoria de profesionales de las ciencias: sociales, ambientales y economicas.

A traves de metodos cuantitativos, se objetivisan las funciones del territorio, generando una asignacion
criteriosa, al momento, de intervenir el paisaje.

Se despliega en èl, la funcion integradora en un trabajo multidisiplinario, depende de otros
conocimientos al momento de planificar.

Se puede desempeñar en:

Planes de manejo en areas silvestres, cartas de paisaje para turismo, asesoramiento en planificacion urbana,
ordenamiento territorial, planes de desarrollo local, planes reguladores municipales, gestion del territorio, arbolada urbana comunal, mantencion de areas verdes comunales, rehabilitacion de sitios valdios,

Por lo general se confunde con paisajismo, la diferencia radica en la parte constructiva.
El arquitecto del paisaje proyecta y planifica y el tecnico del paisaje lo construye.

Es un jardinero a mayor escala, que planifica en el macro la estetica visual del territorio.


Aporte para taller de emprendimiento y liderazgo.
Elementos para ser mercado.

Mirada desde la sociologia ! R.A

Sociologicamente,

Primero habria k hacer algunas traducciones, la metafora geologica en el espacio urbano, supone algunos presupuestos, las islas cerros, estarìan rodeados, de què?

De cemento liquido, de un mar aglutinadamente firme, pero hipertransitado , que vez en cuando implosiona con espasmos de urbanidad en sus alrededores y se produce frente al espejo, para la fiesta global... el mar de cemento urbano actúa como pantano social, imantico en el sosten de la placa metropolitana, donde sólo una pequeña pero significativa porción de personas utilizan el cerro como isla, pero habria k prehuntarse k tipo de isla?

Isla al lado de un puerto, cerca de un estrecho, frente a un naufragio, o lugar de descanzo... puede que la isla cerro, sea el trengtreng de los picunches, y ahora una fondo de paisaje k alivia la visual a kienes transitan alienadamente... o sea digno de devoción, Santa Isla Lucia, y San islote Cristobal, donde podremos los que podrian acercarse al cielo de cristo.

Su flotador divino entre medio de sodoma y gomorra s.a.

o

puede ser imagen de condecoración nacionalcapital.

un reducto vegetal, su jardín de patio... en fin.. la imagen, y representación de los cerros isla, dependerá de como se entienda la metafora isla, y como desde ahí generar un dispositivo de observación a las representaciones discursivas, subjetividades instituidas y procesos de reflexión subjetiva...


DE 10-4.